GENERALES

Aprender a aprender

Por: Adriana Vianney Durán Laguna
Publicado: lunes, 10 de octubre de 2022

¿Alguna vez se imaginaron que después de estudiar algo, una licenciatura, un curso, un seminario, una ingeniería, saldrían siendo un experto en el tema, siempre saber qué hacer, qué está pasando, en qué libro buscar? Yo también, pero, la realidad es que eso no es así.

Si algo me enseñó mi carrera, el diseño gráfico, es que todo es muy amplio, ambiguo, nada es concluyente ni definitivo. Al menos, hablando desde mi área, el diseño es demasiado extenso, no hay un bueno ni un malo; es tan subjetivo que ni siquiera existe una definición de lo que es el diseño gráfico. La única constante es que debe de ser estético y funcional, pero eso no dice mucho. Dentro del diseño está la creación tipográfica, el lettering, el editorial, el diseño de marca, creación de logotipos, la publicidad, el marketing, la animación, la fotografía, la ilustración, el vídeo… y, a veces, para lograr algo, necesitas aprender habilidades, saber usar el aerógrafo, serigrafía, acrílico, acuarela, óleo, debes aprender a utilizar programas vectoriales, programas de edición fotográfica, de video, escultura digital. Existe tanto que es imposible saberlo todo.

No podemos ser buenos en todo, hay quienes son muy buenos con la caligrafía, hay quienes tienen un don para dibujar, algunos tienen un ojo tan voraz que ven belleza dónde alguien más ve caos, hay quienes son muy buenos manualmente, pero se pelean con la tecnología, y, en cambio, hay quienes sobresalen creando ilustraciones digitales, pero no pueden dibujar mano.

Todos somos buenos en algo, y ese algo suele ser algo que nos gusta, de hecho algunos aprenden a ser buenos en ese algo y, aún así, no sabemos todo sobre el tema.

El mundo del diseño cambia, se crean tendencias que pueden pasar de moda y volverse obsoletas o prevalecer y volverse clásicos, los softwares tienen constantes actualizaciones, evolucionan, añaden herramientas, ahora existen las IAs que pueden usarse como herramientas para la creación de imágenes, obtienes un nuevo pincel, una nueva técnica, te centras en aprender cómo funciona la luz, su color, cómo rebota, cómo influye sobre los objetos, aprender a dibujar hiperrealismo, estilo cómic, estilo caricatura…

Mi punto central es el siguiente: nunca dejamos de aprender, y está bien hacerlo.

Si al principio de mi carrera me hubieran dicho que, después de terminarla, iba a estar viendo tutoriales en Youtube de como corregir el color en un vídeo, de cómo aprender a colorear y animar en Blender, cuáles son los pasos para hacer la separación de frecuencias en Photoshop para la edición de pieles, porque siempre se me olvida, hubiera dicho “así que chiste” y quizá no hubiera estudiado al final, pero la verdad es que, en retrospectiva, sirve mucho más de lo que pensamos en un principio.

Sales de tu zona de confort, conoces personas nuevas (y con ellas el mundo interno que llevan en su interior), llevas materias que tú nunca habrías tomado por tu cuenta, y descubres que te gustan, o que eres bueno en eso, te obligas a hacer cosas, y siempre terminas aprendiendo algo nuevo.

No está mal buscar tutoriales en Youtube, preguntarle a las personas de tu alrededor, buscar en libros, ver documentales al respecto, tomar cursos extra en Crehana. Eso es, de hecho, lo que debemos de hacer, porque el mundo evoluciona. Y si alguien que esté leyendo esto piensa “esto no se aplica a mí, yo no estoy en una disciplina creativa”, déjenme decirles que no se salvan.

Tengo amigas en el área de medicina, y ellas deben de estar actualizadas todo el tiempo, siempre surgen nuevas patologías. El COVID-19 es un excelente ejemplo. El virus mutó, los profesionales de la salud debieron aprender a diferenciar una neumonía o una infección en la garganta del coronavirus. Y siguen habiendo avances tecnológicos, como realizar una cirugía a distancia por medio de bots y cámaras. Operar el cerebro a un paciente mientras éste está despierto para monitorearlo, combatir la resistencia bacteriana a los antibióticos (comercial: tome sus antibióticos como su médico se lo haya indicado, aunque ya se sienta bien, continúe con el tratamiento indicado).

Ya ni me meto a dar ejemplos de todas las carreras que se apoyan con tecnología, si ésta evoluciona nosotros también.

Que no sepamos hacer algo no es malo. Solo necesitamos investigar cómo se hace. Somos humanos, nunca dejamos de aprender, nadie lo sabe todo.

Escrito por:
Adriana Vianney Durán Laguna